Tuve la oportunidad en días recientes de utilizar la plataforma de Trello en un experimento que lo trataba como un medio de comunicación "Profesor-Alumnos" con un grupo de estudiantes de inglés a quienes imparto clases los fines de semana. Estas son mis impresiones.
Para quienes no conozcan Trello voy a tratar de describirlo de una manera breve: Trello es un servicio utilizado por equipos de trabajo para colaborar de manera efectiva y eficiente en un proyecto. Cada proyecto se maneja con un tablero que contiene diversas listas (que bien pueden ser las fases del proyecto) las cuales a su vez se descomponen en tarjetas (tareas pendientes de cada fase).
Debo decir que el punto principal que me atrajo para considerar Trello como mi medio principal para comunicarme con mis alumnos fue la sencilla estructura en la que podía incluir las unidades temáticas con sus lecciones. Tome una lista para cada unidad (tema gramatical) y en sus tarjetas introduje las actividades que los estudiantes debían elaborar además de hacerles llegar algunos recursos relativos al tema para aprender inglés disponibles en este blog.
La plataforma es genial porque te permite expresar los puntos requeridos en cada unidad sin tener la necesidad de estar enviando correos electrónicos cada vez que se encarguen las actividades (estos correos tienden a desviar su curso y no llegar por misteriosos motivos). En este punto fue una buena idea pero después descubrí que algunos alumnos, al no conocer adecuadamente el funcionamiento de Trello, empezaban a mover tarjetas entre listas y a desordenar los puntos de cada una. En el peor de los casos archivaban o eliminaban las tarjetas. En pocas palabras, como administrador del tablero tenía que solucionar el desorden generado por unos cuantos.
Por todo lo demás estaba bien pues cada tarjeta permite designar los miembros que se tenían que encargar de ella, las listas de tareas implícitas y las fechas límite de entrega, además de la posibilidad de adjuntar algunos archivos de diversa categoría, por ejemplo documentos de word y presentaciones de power point. Aun así creo que todos estos beneficios no compensan las desventajas descritas con anterioridad.
En conclusión, Trello como plataforma educativa para comunicar tareas, asignar responsabilidades y compartir recursos es buena cuando los estudiantes han llevado alguna introducción básica al servicio. En caso contrario resulta irrelevante. Vamos, Trello no ha sido ideada para eso, por lo tanto no creo volver a utilizarla para este propósito. Estoy pensando utilizar LiveMinutes para ello en un futuro, con ella ya tengo algo de experiencia. Claro, después de que la use estaré contando cómo me fue.
Ventajas de Trello como plataforma educativa
- Sencilla estructura de unidad / actividades.
- No tener que enviar correos electrónicos.
- Comentarios con dudas de los alumnos.
Desventajas de Trello como plataforma educativa
- Desorden del tablero por alumnos que desconocían como usarlo.
- No se puede determinar quién puede mover / archivar tarjetas.
- Imposible insertar videos para verlos directamente en la tarjeta.
El tablero que utilicé para la clase lo pueden consultar en este enlace.
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